Planta de celulosa: Celco se abre a opción de mesa de diálogo en Valdivia

El Mercurio 30 de septiembre de 2006.

La firma ya inició contactos directos con sectores interesados y el Gobierno para buscar una salida que permita hacer las mediciones y construir el ducto al mar. "No es algo que veamos lejano. Es una vía", dice el gerente de asuntos corporativos y comerciales de Celco, Charles Kimber, respecto a la idea de una mesa de diálogo para los problemas de la planta Valdivia.
Por Juan Meriches R. A poco más de un mes de que la ministra Secretaria General de la Presidencia, Paulina Veloso, planteara públicamente la idea de instalar una mesa de diálogo entre Celulosa Arauco, las autoridades y las comunidades afectadas, para buscar una salida a las disputas por el ducto de la planta Valdivia, la firma ya comenzó a dar los primeros pasos en esa línea.
La compañía del grupo Angelini ya inició una serie de diálogos con grupos comunitarios interesados en este proceso, además de la autoridad regional y el gobierno central, con el fin de responder todas las inquietudes que pudieran quedar en el tema y, de paso, idear un plan de largo plazo que permita que la planta pueda operar sin problemas.
"No es algo que veamos lejano. Es una vía", dice el gerente de asuntos corporativos y comerciales de Celco, Charles Kimber, respecto a la idea de una mesa de diálogo.
La planta Valdivia fue duramente cuestionada a comienzos del año pasado por el impacto ambiental que su operación habría provocado en el humedal del río Cruces, lo que la obligó a cerrar sus faenas, en forma voluntaria, por dos meses.
Hoy la disputa es otra y apunta a la violenta oposición de grupos de pescadores de Mehuín a la construcción de un ducto al mar para que la firma pueda botar sus residuos líquidos, y para el cual Celco debía hacer mediciones y entregar un estudio ambiental en abril próximo.
"El Gobierno quería saber si estaba la disposición a responder inquietudes y djimos que era de nuestro interés. Ha habido avance en la conversación con distintas partes interesadas, pero con el sector opositor más fuerte no hay diálogo", señala Kimber.
La idea de la compañía es poder trabajar en una estrategia de largo plazo, que apunta a evitar nuevos problemas en el futuro para la planta. "En este momento no estamos pidiendo plazos ni que se den garantías, sino que aclarar dudas, que es un paso muy necesario. Es el primer paso para lo otro. Es un tema de mirada estratégica, no es resolver un problema con un grupo de pescadores", dice el ejecutivo.
Por ahora, Celco dejó de realizar cualquier intento por hacer las mediciones para el estudio del ducto, por lo que, según Kimber, "es evidente que no vamos a poder presentar el EIA".
Por ahora, el no contar con un ducto para funcionar a plena capacidad le significa a la firma dejar de percibir unos US$ 27 millones en utilidades anualmente.
Ventas por US$ 3 mil millones
Pese a los problemas de Valdivia, Celco está en plena forma con la puesta en marcha de su complejo Nueva Aldea en las cercanías de Chillán y en el que se invirtieron cerca de US$ 1.400 millones. Se espera que ya en diciembre se estén produciendo cerca de 40 mil toneladas mensuales de celulosa, vale decir, casi la mitad de la producción normal. Además, la firma invertirá US$ 50 millones más para duplicar su producción de tableros en la misma planta. Por otra parte, prevé aumentar en cerca de 25% sus ventas durante este año y llegar a los US$ 3 mil millones.